El Mercurio

Existe una creciente preocupación por el medio ambiente y por la seguridad de los elementos de uso cotidiano, no solo en su funcionamiento sino también a la hora de su tratamiento en el fin de su vida útil.

Para el público en general resulta muy difícil conseguir discernir entre los productos potencialmente peligrosos y aquellos más respetuosos con el medio ambiente, sobre todo cuando se implementan nuevas tecnologías.

Estos hechos suelen ser aprovechados por diferentes agentes económicos, que utilizando la desinformación pretenden obtener alguna posición de ventaja en el mercado.

Es un bulo intencionado, intentar asociar las lámparas hiLED de inducción a la presencia nociva de mercurio. Las lámparas utilizadas actualmente para la iluminación, ya sea doméstica, industrial o pública, contienen mercurio en cantidades muy superiores a las que contienen las lámparas hiLED de inducción, siendo que además lo contienen en formato gaseoso, y las lámparas hiLED de inducción lo contienen en formato sólido. Las lámparas hiLED de inducción contienen mercurio en amalgama, muy similar al que se utiliza en los empastes dentales.

Las lámparas hiLED de inducción contienen menos de 5mg de mercurio en estado sólido, muy por debajo de las más estrictas recomendaciones internacionales de la NEMA (National Electrical Manufacturers Association). Además, las lámparas hiLED de inducción incorporan el mercurio en dos ampolletas que sobresalen de la línea de la lámpara permitiendo un seguro y fácil reciclaje de esa pequeña cantidad de mercurio en amalgama.

El mercurio se utiliza para hacer productos como termómetros, interruptores y bombillas. Es un elemento, (puro es un metal líquido), que se encuentra en la naturaleza, en la corteza terrestre, los humanos no pueden crearlo o destruirlo. Está presente en el aire, el agua y la tierra.

El mercurio se encuentra en muchas rocas incluyendo el carbón, siendo emitido al medio ambiente cuando se quema. Las plantas de energía que queman carbón mineral son la principal fuente de emisiones de mercurio al aire, siendo que en los Estados Unidos representan cerca del 40 por ciento de todas las emisiones de mercurio. La incineración de desechos peligrosos, la producción de cloruro, así como el tratamiento y desecho inapropiado de productos y desperdicios que contienen mercurio, también pueden liberar el mercurio al medio ambiente.